martes, 15 de marzo de 2011

Los venezolanos gozan del precio más bajo de la gasolina.

Otra vez porque no se ve por el color de la letra
Notimex
CARACAS, 12 de marzo del 2011.- Venezuela vive una situación privilegiada respecto al resto de la región ante la sostenida alza del petróleo, ya que en su condición de quinto país productor de crudo puede garantizar los precios más bajos de gasolina del mundo.
Pese a que en el resto de la región se sufren los efectos del alza sostenida de las gasolinas, en Venezuela llenar el tanque de un automóvil, con capacidad para 45 litros, cuesta apenas 4.30 bolívares, el equivalente a un dólar al cambio oficial.
En Venezuela se utilizan dos tipos de gasolina, premium de 95 octanos que cuesta 0.097 bolívares (0.02 dólares) el litro, y popular de 91 octanos, que se expende a 0.070 bolívares (0.016 dólares), y casi nadie la utiliza, según los expendedores.
El litro de diesel, que utiliza casi sólo el transporte pesado y no se vende en todos los expendios de combustible, tiene un precio de 0.40 bolívares (0.009 dólares) por litro.
En este país sudamericano, los precios de los hidrocarburos son fijos y los establece el gobierno a través del Ministerio de Energía y Petróleo y el monopolio estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA), de los que es titular el titular de la cartera, Rafael Ramírez.
El presidente Hugo Chávez afirmó que la gasolina es subsidiada por el Estado en un 90 por ciento, con un costo de mil 500 millones de dólares anuales, ya que su precio interno es de 3.58 dólares el barril, contra más de 100 dólares en el exterior.
En febrero pasado, Ramírez anunció planes para reducir el consumo interno de gasolina, que supera los 600 mil barriles diarios, lo que disparó una polémica ante el posible racionamiento o un alza de precios, tema muy sensible en la opinión pública.
Los precios de la gasolina se mantienen congelados desde 1996 y su eventual incremento es considerado un “tabú” en el país sudamericano, ya que un anuncio de ese tipo desencadenó violentas protestas públicas conocidas como el “Caracazo”, en febrero de 1989.
En 2007, el presidente Chávez le encomendó a Ramírez preparar un aumento de la gasolina, por considerar que solo afecta a los ricos porque “el pobre anda en autobús o metro”, pero luego el mandatario decidió dar marcha atrás.
“Ya es una grosería vender la gasolina como la estamos vendiendo: mejor sería regalarla”, ironizó en su oportunidad el líder de la Revolución Bolivariana, durante su programa audiovisual de los domingos, “Aló, presidente”.

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